LOS JUEGOS DE GOYA: Cartones para tapices y Juegos de niños.
Era
muy frecuente en el Madrid del siglo XVIII que la aristocracia se
divirtiera imitando el atuendo de los majos, artesanos de los barrios
populares que vestían de manera vistosa y se caracterizaban por su actitud
arrogante. En la colección permanente del Museo del Prado, muchos de los
cartones, pintados por Goya para hacer tapices, representan a los nobles
disfrazados de vasallos jugando al aire libre.
Sirviéndose
tan sólo del tacto, quien se sitúa en el centro del corro con los ojos vendados
debe reconocer al jugador que ha señalado con la cuchara. A este antiquísimo
juego se le conoce con el nombre de la Gallina Ciega. El tapiz decoraría el
dormitorio de las infantas en el palacio de El Pardo.
Que
sean cuatro mujeres las que mantean a un muñeco con aspecto de hombre ha hecho
que esta pintura se interprete como una alegoría del dominio de la hembra sobre
el varón, un tema habitual en la obra de Goya. El tapiz estaría en el despacho
de Carlos IV de El Escorial.
La
Gallina Ciega, mantear un pelele o volar una cometa eran juegos frecuentes en
los picnics dieciochescos. Y, por supuesto, en estas salidas nunca
faltaba el galanteo, como el de las parejas que vemos al fondo de la pintura.
El tapiz iría al comedor de los príncipes en el palacio de El Pardo..
Desde
el Renacimiento, los tramposos, los truhanes y los golfos son protagonistas del
arte europeo. En esta pintura, unos pillos chivan a uno de los jugadores las
cartas de su contrincante. El tapiz sería también para el comedor de los
príncipes en el palacio de El Pardo.
En los
jardines rococó nunca faltaba un columpio, ideal para que las damas pudieran
relajarse y enseñar las piernas a sus pretendientes en cada balanceo. Sin
embargo, el columpio de Goya se encuentra en la sierra madrileña y son las
criadas quines pasan la tarde con los niños. El tapiz se destinaría al antedormitorio de
los príncipes en el palacio de El Pardo.
Los zancos es un óleo pintado para la séptima serie de cartones para tapices que realizaba el pintor. Fue emprendido por encargo de la Real Fábrica, con destino a adornar el despacho de Carlos IV en El Escorial.
LOS JUEGOS DE NIÑOS
Francisco de Goya pintó la serie de los seis lienzos de "Juegos de niños" durante su etapa como realizador de cartones para tapices en la Real Fábrica de Santa Bárbara de Madrid. Atento observador del universo infantil, Goya da un gran protagonismo a los niños en estas composiciones que, según el tipo de actividades, podrían agruparse en tres parejas: Niños jugando a los soldados con Niños jugando a los toros, o cómo los niños imitan las actividades de los adultos; Niños jugando a pídola con Niños jugando al balancín, o cómo se divierten, se pelean e imitan los papeles sociales de los adultos; y, por último, Niños buscando nidos con Niños peleándose por castañas, o cómo los niños realizan sus travesuras cuando están fuera del control de los padres y tutores. Ésta es la única serie de las que se conocen que se conserva íntegra. Aparte el pintor acude al tema del juego infantil para otras obras, tanto antes como después de esta serie.
Juegos de niños: el paso
(1785-1786)
Niños buscando nidos (1785-1786)
Niños jugando a los toros
(1785-1786)
Niños jugando a soldados
(1785-1786)
Niños jugando al balancín
(1785-1786)
Niños peleando por castañas
(1785-1786)
Muchachos trepando a un árbol(1791-1792)
Muchachos cogiendo fruta(1798)
Muchachos inflando una vegija(1778)
Niño montando un carnero (1786-1787)
Niño con mastines (1786-1787)
Muchachos jugando a soldados (1779)
Niños del carretón (1778)
Muchachos cogiendo fruta(1798)
Muchachos inflando una vegija(1778)
Niño montando un carnero (1786-1787)
Niño con mastines (1786-1787)
Muchachos jugando a soldados (1779)
Niños del carretón (1778)
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